El Yorkshire Terrier es un perro alerta, inteligente y vivaz. Es conocido por adaptarse bien a cualquier entorno, lo que lo convierte en un compañero ideal para todo tipo de familias.

Aunque su naturaleza vigilante hace que pueda ladrar con frecuencia, esta característica también lo convierte en un excelente perro de vigilancia. Además, pueden mostrar actitudes sobreprotectoras y desafiantes, sorprendentes en una raza tan pequeña.

Por ello, se debe iniciar su educación y socialización desde cachorro para asegurar que se desarrolle como un perro adulto sociable y equilibrado. En general, el Yorkshire Terrier es afable, cariñoso y muy apegado a sus familiares.

Esta raza presenta un pelaje largo, medio, liso, fino y graso, que requiere un mantenimiento regular para mantener su aspecto lustroso. Son perros finos y proporcionados, con orejas largas que le dan un aspecto elegante. Su pequeño tamaño y estructura lo hacen adecuado para vivir tanto en pisos como en casas.

El Yorkshire Terrier es un perro pequeño, con una altura de 15 a 35 cm y un peso que varía entre 1 y 4 kg. Su esperanza de vida es larga, de 15 a 20 años. Los Yorkshire Terrier son conocidos por su pelaje de tonos negro y marrón (negro fuego).

Requiriendo una actividad física moderada, el Yorkshire Terrier se beneficia de paseos diarios y tiempo de juego para mantenerse saludable y feliz. Su pelaje necesita cepillados frecuentes para evitar enredos y mantenerlo en buen estado.

Debido a su naturaleza vigilante y tendencia a ladrar, es importante trabajar en el control de ladridos desde una edad temprana. Adaptable tanto a climas templados como a diferentes tipos de viviendas, este perro es ideal para familias que pueden proporcionarle el amor y la atención que necesita.