El West Highland White Terrier, conocido como Westie, es un perro valiente, pícaro y seguro de sí mismo. Es uno de los terriers más afectuosos y sociables, mostrando un temperamento equilibrado y simpático que le permite relacionarse bien con otros perros.

Sin embargo, como con cualquier perro, es importante socializarlo desde una edad temprana en parques y entornos variados para que se familiarice con otras mascotas y personas. Los Westies son excelentes compañeros para los niños, disfrutando de un ritmo de juego activo.

El Westie tiene un pelaje largo que requiere cuidado regular. Sus características físicas incluyen un cuerpo alargado, orejas cortas y patas cortas, lo que le da una apariencia compacta y robusta. A pesar de su pequeño tamaño, su presencia es dinámica y enérgica.

Este perro pequeño tiene una altura de 15 a 35 cm y un peso entre 3 y 10 kg, con una esperanza de vida de 12 a 14 años. El West Highland White Terrier es conocido por su característico pelaje blanco, que le da un aspecto limpio y elegante.

El Westie no necesita grandes dosis de ejercicio, pero se beneficiará de dos o tres paseos diarios a un ritmo activo para mantenerse feliz y saludable. Le encantan los paseos por el campo o la montaña y el juego regular para mantener su agilidad e inteligencia.

Su piel es algo seca, por lo que se recomienda bañarlo cada tres semanas con un champú específico para la raza, evitando baños más frecuentes que puedan causar erupciones. Un mantenimiento adecuado de su pelaje y piel es esencial para su bienestar general.