El Shih-poo es un perro conocido por su carácter alegre, cariñoso y sensible. A pesar de su naturaleza juguetona e inquieta, este perro es atento con sus tutores, buscando afecto y brindando el mismo cariño a cambio.

Puede ser reticente y temeroso con los extraños, si no ha sido socializado desde una edad temprana. Esta raza es ideal para familias, ya que disfruta jugando con niños, siempre y cuando ambos estén bien educados para interactuar de manera respetuosa.

El Shih-poo tiene un pelaje corto y rizado, que requiere un mantenimiento regular para mantenerse en buen estado. Es un perro pequeño con orejas largas y patas cortas, lo que le da un aspecto encantador y compacto.

Este perro pequeño tiene una altura de 20 a 40 cm y un peso que varía entre 4 y 8 kg. Su esperanza de vida es de 15 a 17 años. Los Shih-poo suelen presentar una variedad de colores y patrones debido a su herencia mixta.

Requiriendo una actividad física moderada, el Shih-poo se beneficia de paseos diarios y tiempo de juego para mantener su bienestar físico y mental. Dado que tienen tendencia a ser ladradores, es importante implementar actividades y pautas para corregir los ladridos excesivos.

La socialización desde cachorro y el uso de técnicas de refuerzo positivo son esenciales para su educación. Adaptable a la vida en pisos y adecuado para personas alérgicas y mayores, el Shih-poo es un compañero versátil y amoroso.