El Pomsky es una raza híbrida reciente fruto del cruce entre el Husky Siberiano y el Pomerania. Es conocido por su inteligencia y obediencia, lo que facilita su adiestramiento y educación.

Este perro necesita bastante ejercicio para evitar el estrés y los problemas de conducta que pueden surgir de la ansiedad. Un Pomsky bien ejercitado es más equilibrado, tranquilo y amigable. Es importante socializarlo en familias con niños para evitar comportamientos territoriales. El uso de adiestramiento canino positivo es fundamental para reforzar su buen comportamiento y motivarlo a seguir aprendiendo.

El Pomsky tiene un pelaje de longitud media a larga y liso. Es proporcionado con orejas cortas que le dan un aspecto distintivo. Clasificado como perro de tamaño mediano, el Pomsky combina la apariencia robusta del Husky con la elegancia del Pomerania, resultando en un perro atractivo y enérgico.

Este perro de tamaño mediano tiene una altura de 45 a 55 cm y un peso que varía entre 3 y 10 kg. Su esperanza de vida es de 12 a 14 años.

Los Pomsky suelen presentar colores similares a las del Husky Siberiano, incluyendo blanco con negro, gris, crema, chocolate o rojizo, y a menudo tienen la característica máscara facial de su progenitor. También pueden nacer con un solo color o con un patrón jaspeado.

El Pomsky requiere una actividad física moderada para mantener su bienestar físico y mental. Paseos diarios y tiempo de juego son esenciales para liberar su energía y evitar el estrés.

Su pelaje medio a largo necesita cuidados regulares, como cepillados para mantenerlo en buen estado. Adaptable a climas templados, el Pomsky es adecuado para vivir en pisos y casas siempre que reciba suficiente ejercicio y atención.