El Golden Retriever es conocido por su temperamento estable y gentil, lo que lo ha convertido en una de las razas más populares del mundo. Son perros pacientes, inteligentes y fáciles de adiestrar, cualidades que los hacen excelentes como perros de asistencia, de trabajo, de terapia y de compañía.

Aunque tardan en madurar, necesitando alrededor de tres años para desarrollar su carácter definitivo, los Golden Retrievers mantienen una naturaleza juguetona incluso en la adultez, siendo muy apreciados por familias con niños. Su sociabilidad se extiende a otros perros, con los que se llevan bien, aunque su fuerte impulso de presa puede ser un reto con perros más pequeños.

El Golden Retriever presenta un pelaje largo que añade a su aspecto elegante y rústico. Son perros proporcionados, musculosos y con orejas largas que complementan su estructura robusta. Este tamaño y constitución los clasifican como perros grandes, con una altura que varía entre 55 y 70 cm y un peso de 25 a 45 kg.

Clasificados como perros grandes, los Golden Retrievers tienen una altura de 55 a 70 cm y un peso que oscila entre 25 y 45 kg. Su esperanza de vida es de 10 a 12 años. Aunque el color característico es el dorado, pueden presentar variaciones en esta tonalidad, aportando diversidad dentro de la raza.

Dado su alto nivel de actividad, los Golden Retrievers necesitan realizar mucho ejercicio diario. Se recomiendan al menos dos paseos diarios, combinados con actividades físicas o deportes como Agility, freestyle canino o flyball.

Estos perros disfrutan del agua, por lo que nadar puede ser una excelente forma de ejercicio. Su inteligencia, siendo considerados el 4º perro más inteligente, facilita el trabajo de educación y adiestramiento. Es importante proporcionarles un ambiente donde puedan expresar su energía y mantener su bienestar general.